sábado, 2 de octubre de 2010

Un resumen de lo que se escucho en Vienna 2010 en el Congreso Internacional de VIH/SIDA

En la XVIII Conferencia Internacional del Sida, celebrada en Viena, Austria, no se presentó ningún fármaco nuevo contra el VIH. Sin embargo, Julio Montaner, presidente de la Sociedad Internacional de Sida y el mismo Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, coincidieron en que hay nuevas formas de utilizar los medicamentos ya usados en los Tratamientos Antirretrovirales Altamente Activos.
Estos tratamientos han evitado la progresión hacia sida de 5 millones de personas en el mundo. Pero no sólo abaten la mortalidad de la gente con VIH, también pueden evitar nuevas infecciones. Esta nueva estrategia fue uno de los principales temas de la conferencia, efectuada del 18 al 23 de julio.
Sobre el tema, destacaron dos investigaciones. La primera, realizada en Canadá por el Centro de Excelencia en VIH/sida de British Columbia (BC-Cfe), demuestra que entre más personas con infección por VIH tengan tratamientos antirretrovirales, la incidencia de nuevas infecciones en la comunidad, se retrae. Julio Montaner, quien lideró la investigación y es director del BC-Cfe, dijo que “estos resultados refuerzan la efectividad de los tratamientos en prevenir la transmisión de VIH y apoyan que se extiendan como modelo de prevención”.
El otro estudio fue presentado por Linda-Gail Bekker, del Centro para VIH Desmond Tutu, quien ha seguido a un grupo de hombres que tienen sexo con hombres y no están infectados, que toman una dosis del antirretroviral que conjunta tenofovir con emtricitabina para evitar el VIH. La pregunta que pretende responder es: ¿Una pastilla al día podría ser eficaz y segura para prevenir la infección como se hace en otras enfermedades como la malaria y la tuberculosis? De la respuesta podría depender el futuro de la prevención.
Nuevas guías de tratamientoLa Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hacia finales del 2009, unos 5.2 millones de personas en el mundo recibían tratamientos antirretrovirales, y calcula que nada más en ese año, 1.2 millones de personas comenzaron a tomar estas terapias.
La fortaleza del sistema inmunológico se mide por el número de células CD4 presentes en la sangre. Una persona sana tiene de mil a mil 500 células/mm3. Antes, la OMS recomendaba iniciar el tratamiento antirretroviral cuando la cuenta de células de una persona con VIH caía debajo de las 200 células/mm3. Hoy, recomienda comenzar cuando está en 350.
Las estimaciones –hechas con modelos epidemiológicos– apuntan a que la mortalidad relacionada con VIH se reduciría 20 por ciento entre 2010 y 2015 si estas nuevas guías para tratamiento se implementan en todo el mundo.
Otra nueva indicación de la OMS es retirar de los esquemas antirretrovirales la estavudina, por su potencial para producir daños irreversibles, como neuropatía y lipoatrofia (distribución anormal de la grasa corporal), y sugiere reemplazarlo por medicamentos menos tóxicos como el AZT o el tenofovir.
Pregunta obligada: ¿y la vacuna?Aun con todos los ensayos que se han realizado en el mundo desde los comienzos de la pandemia, ni una sola vacuna ha funcionado plenamente para evitar la infección por VIH. Pero los científicos han hallado algunas claves que podrían adelantar una candidata efectiva.
La Global HIV Vaccine Enterprise, alianza independiente de organizaciones del mundo enfocadas en el desarrollo de una vacuna preventiva del VIH, presentaron lo que llamaron “una nueva era” en la investigación en vacunas, caracterizada por novedosas estrategias científicas y la colaboración y financiación a nivel mundial de estos esfuerzos.
Existe otro tipo de vacunas, llamadas terapéuticas, diseñadas para personas que ya tienen la infección y su objetivo es mantenerlas sanas por largos periodos y retrasar tanto la medicación como la progresión hacia sida.
Por ejemplo, Fit Biotech, una compañía biotecnológica europea, junto a otras instituciones de investigación, obtuvo resultados alentadores con su candidato a vacuna FIT-06, que utiliza fragmentos del ADN del virus y los introduce al organismo de una persona con VIH, para estimular una respuesta inmunológica.
En un estudio clínico con 60 voluntarios con VIH de la Universidad de Witwatersand en Soweto, Sudáfrica, Eftyhia Vardas y su equipo lograron que FIT-06 suprimiera el virus y elevara hasta en 72 por mililitro de sangre las células CD4 y CD8 de estos pacientes, que no han sido tratados todavía con antirretrovirales, durante ya dos años.
Alternativa en prevención: microbicidasPor primera vez, un gel microbicida demostró ser útil en la prevención de la infección por VIH en mujeres que tuvieron relaciones sexuales no protegidas. El Centro para la investigación del Sida en Sudáfrica (CAPRISA, por sus siglas en inglés) presentó el estudio CAPRISA 004, que incluyó 889 mujeres.
CAPRISA 004 fue publicado en la revista Science y reporta que las mujeres fueron asignadas a dos grupos. El primer grupo recibió un gel con el antirretroviral tenofovir; el segundo, un gel con placebo. En ambos grupos, las mujeres tuvieron que ponerse este gel vaginal antes y después de tener relaciones sexuales con penetración. Al final del estudio, que inició en mayo del 2007, las mujeres que se aplicaron el gel con tenofovir reportaron 39 por ciento menos infecciones que las que usaron placebo.
“Este momento lo habíamos estado esperando desde hace 20 años”, dijo la epidemióloga Quarrisha Abdul Karim, que encabezó el equipo de investigadores.

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